Nos auto lesionamos, continuamente.

No llegan a a ser suicidios, pero sí podrían ser auto lesiones.
Lo hacemos continuamente; probamos, nos quemamos, nos chupamos el dedo y pensamos: "duele".

Pero volvemos a intentarlo.
Lo racionalizamos, y sabemos por experiencia propia lo que va a pasar. Predecimos la catástrofe y aún así saltas una vez más para sentir vértigo en el corazón.
Palpitas fuerte. Todas tus zonas erógenas palpitan. Es verdad; qué vivo te sientes! y más que nunca, qué presente tienes la muerte. Nunca se ha separado de ti, pero ahora te molesta su presencia.

Y sin llegar a morir, mueres; pero no lo suficiente. La cicatriz te recuerda lo que te has hecho, su efecto prevalece por un tiempo... pero por naturaleza, por atracción, por algo que no tiene más sentido que el de ser. Vuelves.


Un día de creo que aún era Febrero 2015. LG

No hay comentarios:

Publicar un comentario